Sonia Mabel Yebara (Ed.) | Victor Hugo: Los Djinns

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Adelanto del libro de Víctor Hugo Los Djinns que será publicado este año (2011) por la editorial rosarina Serapis. La presente edición de Los Djinns de Victor Hugo actualiza el poema trasladándolo al español, alemán, portugués e inglés, suerte de caleidoscopio políglota enriquecido, además, con los comentarios a las respectivas versiones. De esta manera, quedan expuestos los problemas y las posibilidades que implica toda traducción. En su estudio preliminar, la editora Sonia M. Yebara analiza la obra e introduce la lectura, exégesis que completa el epílogo a cargo de Luis Alberto Vittor. A modo de apéndice, se reproduce en formato facsimilar la edición de Los Djinns publicada en 1832.

Introducción 
[Fragmento] 
Sonia M. Yebara


«[...] cuando Victor Hugo emplea el término djinns en el título del poema, no sólo hace una apretada síntesis del desconcierto que produce el pasaje de una cultura a otra, no sólo vela y oculta tras el exotismo del nombre de esos genios foráneos el ánimo atónito y conturbado por los tránsitos interculturales, sino que a la vez devela en este pasaje la condensación de su propia cosmovisión y lo esencial de su proyecto poético: esos seres espirituales poetizarán el sobrenaturalismo1, esfera de lo real sólo accesible al vidente.

No sólo en la propia figuratividad rítmica del poema se inscribe la inquietante extrañeza que lleva la visión hacia la noche de la profundidad cósmica -o hacia los abismos del inconsciente-, sino que la "desconcertante oscuridad" (= yanna) también se imprime en el título del poema: yinn pertenece a la familia de palabras de yanna, y este verbo significa, según señala Abdelmumin Aya: «en un sentido general ‹lo que está oculto a los sentidos [...] del hombre›, es decir, cosas, seres o fuerzas que normalmente no pueden ser percibidas por el hombre pero que tienen, sin embargo, realidad objetiva propia 2 concreta o abstracta.»3.

[...] Los Djinns parece anticipar la futura poesía metafísica hugoliana y, como señala Riffaterre, su «parti pris de ver toda la realidad en forma de movimiento.»4 Decíamos que en el poema alguien alucina una invasión de djinns. Alguien, precisamente (¿nosotros mismos?), es presa de una animación sobrenaturalista: «¡El enjambre de los Djinns pasa! / ¡Van silbando entre remolinos!», dice en la sexta estrofa. Visión en movimiento, ruidos multiplicados de presencias invisibles... La ligera percepción de un sonido incierto —rumores y silbidos aún leves y confusos— va incrementándose y generando angustia, hasta llegar al paroxismo en la estrofa nuclear decasilábica, mientras que las últimas estrofas dicen de rumores imperceptibles, del murmullo marino o indecisos lloros que van apagándose hasta desaparecer en el espacio cósmico. Victor Hugo no describe a estos djinns, se diría que no hay imágenes visuales que los evoquen, sino que el poema apela a diferentes recursos para generar tanto el dinamismo de lo invisible como sus efectos en una conciencia singular: el estremecimiento ante lo imaginario mezclado con lo real es fijado en los versos de Hugo en un intento por describir poéticamente lo indescriptible.

[...]»





Les Djinns
[Fragmentos]

Versión Española de Sonia Mabel Yebara
Versión Alemana de Ralf Tauchmmann
Versión Portuguesa de Betty Vigidal
Versión Inglesa de Cloudesley Brereton



Francés

[...]
Dieu ! la voix sépulcrale
Des Djinns !...- Quel bruit ils font !
Fuyons sous la spirale
De l'escalier profond!
Déjà s'éteint ma lampe,
Et l'ombre de la rampe,
Qui le long du mur rampe,
Monte jusqu'au plafond.

C'est l'essaim des Djinns qui passe,
Et tourbillonne en sifflant!
Les ifs, que leur vol fracasse,
Craquent comme un pin brûlant.
Leur troupeau, lourd et rapide,
Volant dans l'espace vide,
Semble un nuage livide
Qui porte un éclair au flanc.

Ils sont tout près! - Tenons fermée
Cette salle où nous les narguons.
Quel bruit dehors! Hideuse armée
De vampires et de dragons!
La poutre du toit descellée
Ploie ainsi qu'une herbe mouillée,
Et la vieille porte rouillée,
Tremble, à déraciner ses gonds!

Cris de l'enfer! voix qui hurle et qui pleure!
L'horrible essaim, poussé par l'aquilon,
Sans doute, ô ciel! s'abat sur ma demeure.
Le mur fléchit sous le noir bataillon.
La maison crie et chancelle penchée,
Et l'on dirait que, du sol arrachée,
Ainsi qu'il chasse une feuille séchée,
Le vent la roule avec leur tourbillon!
[...]

Español

[...]
¡Oh, Dios, qué voz sepulcral!       
¡Son los djinns que vociferan!   
¡Huyamos al espiral           
de la sombría escalera!                            
Agoniza ya mi lámpara,       
y la sombra de la rampa         
que en el muro se encarama         
hasta el  tejado se eleva.       

¡El enjambre de los djinns pasa!
¡Van silbando entre remolinos!
¡Crujen los tejos que desgaja
su vuelo! ¡Crepitan los pinos!
Compacta y veloz la falange,
surcando el cïelo vacante,
se parece a una nube exangüe
con füegos en el orillo.

¡Ya se acercan! A la defensiva,
encerrémonos en los salones.
¡Afuera, qué ruido! ¡Repulsiva
horda de vampiros y dragones!
La viga del techo, descuajada,
como hierba se arquea mojada,
y retiembla la puerta oxidada,
desplazada, fuera de sus goznes.

¡Qué infierno! ¡Todo es aullar y llorar!
¡Turba horrenda, los lleva el aquilón!
¡Cielos, van a caer sobre mi hogar,
los muros ceden bajo su escuadrón!
¡Se estremece la casa, en su meneo
se inclina y grita arrancada del suelo!
¡Cual hoja seca se la lleva el vuelo
del vïento rodando en el turbión!
[...]

Alemán

[...]
Das sind die Grabesrufe
Der Djinns!... Welch ein Gegrein'!
Wir wendeln Stufe um Stufe
Fliehend im Lampenschein.
Mein Licht neigt sich dem Ende.
Der Schatten vom Geländer
Kriecht schwarz über die Wände
Bis ins Gewölb hinein.

Gott! die Djinns im düstren Treiben
Wirbeln pfeifend ums Gemäur!
Knisternd knacken rings die Eiben
Dürr wie Kienäpfel im Feur.
Und die Herde donnert schwere
Aschfahl überm Wipfelmeere
Blitzbeladen durch die Leere,
Eingedampft in Wolkenschlei'r.
Sie sind ganz nah! Verschließt die Türe,
Damit das Heer nicht zu uns dringt,
Das voll der Drachen und Vampire
Dort draußen tobt und lärmt und singt.
Das Dachgebälk wird, losgeschüttelt,
Gleich einem Halme durchgerüttelt,
Dieweil die rost'ge Tür geknüttelt
Erzitternd in den Angeln springt.

Höllengeschrei! Welch Wimmern und welch Heulen!
Dieser schreckliche Schwarm vom Nordwind her
Schlägt auf mein Heim, oh Himmel!, wie mit Keulen.
Die Wand knickt ein unter dem schwarzen Heer!
Das Haus wehschreit und scheint in allen Planken,
Dem Boden längst entrissen, wild zu schwanken;
Der Wind wirbelt's herum und lässt es wanken,
Als ob's ein welkes Blatt im Sturme wär.
[...]


Portugués

[...]
Deus! A voz sepulcral
desses Djinns!...Que alarido!
Fujamos na espiral
Das escadas sombrias.
Já se apagam as luzes:
Eis que as sombras das sebes
Que circundam o muro
Soben até o teto.

É o enxame dos Djinns que passa,
Turbilhona e assobia!
Árvores, façam que caiam,
Crepitem, pinus, em chamas.
Pesado e rápido bando
Voam no espaço vazio,
Lembrando uma nuvem lívida
Que leva ao lombo um relâmpago.

Perto demais! Melhor fechar
A sala, fingir que não vimos.
Que ruído, fora! Medonha
Horda de dragões e vampiros!
A viga do teto está solta,
Pinga como planta encharcada
E a velha porta enferrujada
Trepida a soltar-se dos gonzos.

Gritos do inferno! voz que urra e que chora!
Horrível enxame ao vento do norte,
Sem dúvida, céus!, cai em meu telhado,
Cede a parede sob a negra hoste
A casa grita e, inclinada, oscila,
Dir-se-ia que, do solo arrancada,
O vento a gira com seu turbilhão,
Como se erguesse uma folha do chão.
[...]

Inglés

[...]
'Tis the Djinns! 'Tis their cry
From the tombs! What a din!
Ha! the stairs, let us fly
Their dark hollows within!
My lamp dims; o'er the wall,
The shadows that fall
From the balustrade, crawl
Till the ceiling they win.

'Tis the swarm of Djinns in flight
That hiss as they onward dash,
Snapping off, like a pine alight,
The yews over which they crash.
Their giant and wind-swift horde
Through the void of heaven have poured,
Like a cloud whose womb is stored
With the lightning's hidden flash.

They come! they come! Make fast the door!
Here in this chamber we may flout
Their hideous host. Ah! what a roar
From dragon-vampires without!
The rafters bend beneath the shock,
Like sodden blades of grass they rock,
The door tugs at its crazy lock
And threats to wrench its hinges out.

Infernal cries! voices that howl and wail!
The dreadful swarm -no room is left for doubt-
just heavens, borne onward by the Northern gale
Swoops on my home. Beneath their sooty rout
The walls reel and the house filled with strange sound
Shudders - methinks uprooted from the ground,
Like aspen leaf whirled madly round and round,
The wild winds whirl it in their train about.
[...]



Epílogo
[Fragmento] 
Luis Alberto Vittor


«[...] El poema Los Djinns de Victor Hugo, demuestra que el tema de los genios no es exclusivo de la cultura árabe. A partir de las traducciones literarias de las obras de Victor Hugo surgieron las «imitaciones de Victor Hugo» cultivadas con feliz acierto por poetas hispanoamericanos de fines del s. XIX como el venezolano Andrés Bello, el chileno Hermógenes Irisarri y la cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda. Bello y Gómez de Avellaneda compondrán sus respectivos poemas homónimos «Los duendes» a imitación del poema Los Djinns de Victor Hugo. En ambos poemas aparecen los elementos y fenómenos naturales asociados con los genios: el fuego, el viento, el mar, la tierra, el aire, los movimientos en tropel o turbamulta, la invasión de hordas o falanges demoníacas, los influjos mágicos, los lugares encantados, el estado de duermevela, etc. No cabe duda alguna que ángeles, genios y demonios son motivos tradicionales universales que están presentes en todas las culturas humanas, desde las llamadas primitivas hasta las civilizadas. Ibn Taimiyyah, el riguroso jurisperito del derecho hanbalita, incansable depurador de la doctrina islámica hasta el punto de haber vaciado la letra de todo espíritu vivificante, hace esta sorprendente declaración:

Todos los pueblos creen en los genios, y ellos tienen muchas historias que demandaría mucho tiempo explicar. Nadie niega la existencia de los genios excepto algunos pequeños grupos de filósofos, escépticos e ignorantes o doctos de su misma opinión. Como para la elite de la gente de intelecto esta tradición está bien relatada, ellos creen en la existencia de los genios y ninguna otra opinión [en contrario] ha sido testimoniada en lo concerniente a este asunto5.

A la luz de todo lo anterior, se comprenderá bien que el yinn, desde el punto de vista de la tradición islámica o de la cultura popular árabe, no es un ser imaginario como ha descrito Jorge Luis Borges en el texto que nos ha servido de punto de partida, sino que, como hemos visto a lo largo de todo su desarrollo, es un ser real y existente, aunque invisible a los sentidos y a la percepción humana. Existe y es real porque lo que se llama yinn, insistimos, son las mismas potencias o fuerzas psíquicas inconscientes. Sigmund Freud comprendió perfectamente que el mundo psíquico del inconsciente era propiamente el abismo infernal del alma humana, por eso colocó el célebre pasaje de La Eneida (VII, 310-315) como epígrafe en el frontispicio de su obra La interpretación de los sueños (Die Traumdeutung), que dice: «Si no logro convencer a los cielos, removeré el infierno» (Flectere si nequeo superos, acheronta movebo). Si los ángeles son seres puros de luz y son las fuerzas que mueven el orden celeste o los cielos, vale decir, el mundo espiritual, se deduce, mutatis mutandis, que los yunnun o genios son las fuerzas que mueven y revuelven el mundo infernal, los infiernos o inferos del alma humana, esto es, los niveles inferiores o abismos de la intimidad humana.»




Notas


1. Es Michel Riffaterre quien, en «La visión alucinatoria en Victor Hugo», aclara que el poeta emplea el término sobrenaturalismo en el «sentido de superrealidad [...] tercera esfera de lo real -las otras dos son la Humanidad y la Naturaleza-, la esfera que se hace accesible tan sólo al vidente; en suma, la auténtica materia prima de la poesía profunda.» Ensayos de estilística estructural, Seix Barral, Barcelona, 1976, primera edición Flammarion, Paris, 1971.

2. Tal como dice L. A. Vittor en el último párrafo del «Epílogo»: «[El yinn] es un ser real y existente, aunque invisible a los sentidos y la percepción humana. Existe y es real porque lo que se llama yinn, insistimos, son las mismas potencias o fuerzas psíquicas inconscientes.»

3. Abdelmumin Aya, «¿Qué son la Yahannam y la Nar, y qué son la Yanna y el Firdaus?» en Opúsculo contra el alma. [en línea] http://www.webislam.com/?idl=176.

4. En ese mismo párrafo, Riffaterre continúa: «[...] la poesía debe explorar la realidad, socavarla si es preciso, disolver lo habitual para que aparezca lo extraordinario. De la incertidumbre en la percepción pasamos a la inquietud, y la inquietud sirve para imponer al lector el sentido del misterio», en ibidem.

5.  Cfr. Ibn Taimiyyah, Maymu'al-Fatâwâ, 37 vols. Ed. 'Abd al-Rahman b. Qasim & his son Muhammad. Riyad, 1398, 19/32. La traducción del árabe al español es nuestra.
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